Textos para Internet

En un post anterior hablamos de cómo escribir para Internet en cuanto a la manera idónea de estructurar el contenido. Ahora nos centramos en el estilo.

 

Tenemos que recordar la vieja norma siempre válida: frases cortas y sencillas, compuestas de sujeto, verbo y predicado. Lo mejor es no perdernos con las oraciones subordinadas para no correr riesgos y también para que nuestro mensaje se entienda mejor, que es de lo que se trata.

Es importante recordar que los puntos son gratuitos. Si no estamos seguros de saber redactar correctamente, creemos nuestra oración simple y pongamos un punto; construyamos la siguiente y pongamos otro punto. Así no nos liaremos.

De mí para ti

Cuidemos la forma de dirigirnos al lector. Puede ser una redacción impersonal: “hay que”, “conviene”, “es aconsejable”, “resulta interesante”… O bien hablemos al usuario en estilo directo: “no olvides”, “actúa”, “pasa a”… Si lo preferimos, utilicemos el tratamiento de usted: “le interesa», «recuerde que»… Pero mantengamos el estilo a lo largo de todo el texto, es decir, no llamemos al receptor de nuestro mensaje unas veces de usted y otras de tú, en ocasiones en plural y otras en singular.

Hay que ahorrar

Siempre es bueno ir al grano, pero más en los textos para Internet. «Hacer acto de presencia», «dar por finalizado», «ser objeto de una agresión», «mantener una conversación» y miles de expresiones más se pueden decir con una sola palabra en vez de con tres, cuatro o cinco. No olvidemos que aquí menos es más.

Elijamos palabras de uso corriente, porque escribimos para que nos entiendan. Estamos informando, no haciendo literatura. Nuestro vocabulario debe ser simple.

Usemos los verbos en voz activa.

Cuando creamos que hemos terminado de escribir, queda la corrección del texto. Revisemos lo escrito para detectar errores y pulir el estilo: seguro que hay frases que podemos simplificar.

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