Crear un blog es muy sencillo, tanto como abandonarlo al cabo de poco tiempo.
Las cifras del número de blogs en el mundo varían notablemente de unas fuentes a otras, pero las estimaciones que más abundan hablan de 170 millones de bitácoras dedicadas a los temas más diversos. Y cada día nacen alrededor de 150.000 blogs más.
Cualquiera puede tener un blog
Tener un blog es muy sencillo, puede ser completamente gratuito y estar al alcance de cualquier internauta con unos conocimientos básicos como usuario de internet. Con un poco de paciencia e intuición, todo el mundo será capaz de crear su propio blog.
Pero las cifras exponenciales de ocupación de la blogosfera van acompañadas de datos igualmente vertiginosos: los del abandono masivo. La base de datos de Technorati lo sabe todo sobre nacimiento, crecimiento y desaparición de los blogs. Y al parecer, tan sencillo como dar a luz un blog es dejarlo morir. Se habla de que el 95% de los blogs no se han actualizado en los últimos 120 días. Los blogs se quedan ahí, como barcos que naufragan, como edificios abandonadas de los que nadie se ocupa.
Las relaciones se enfrían
Las razones de esta deserción son evidentes. Si crear un blog es sencillo, mantenerlo ya no lo es tanto. Requiere constancia. Una cosa es el enamoramiento inicial y otra mimar la relación en el día a día. Pasada la fascinación del primer momento, nuestro blog ya no merece toda nuestra atención. Es algo muy humano.
Sin embargo, cuando hablamos de un blog de empresa no deberíamos permitirnos dar esa sensación de dejadez. Un blog es el mejor medio para posicionar nuestra web y, por tanto, para dar a conocer nuestra actividad laboral. Los contenidos relevantes son necesarios para indexar nuestra marca en los buscadores. Lo hemos oído mil veces: «para Google el contenido es el rey». Así que generar contenidos de forma regular nos ayudará a lograr un buen lugar en el universo internet. Y, por supuesto, compartir información de calidad nos permitirá dar una buena imagen empresarial.
Tener un buen blog requiere tiempo, dedicación y profesionalidad. Si no vas a poder manener el blog de tu empresa, no lo crees. Pero si te parece importante, encárgaselo a un profesional. Los blogueros profesionales saben redactar contenidos interesantes a la medida de cada empresa. En Balloon trabajamos para nuestros clientes.