La maquetación no es algo exclusivo del soporte papel, sino que resulta importantísima también en los medios digitales.
El diseño puede ser libre, pero la maquetación tiene sus reglas, porque lo que busca es informar con un solo golpe de vista, que el usuario entienda con una mirada cuál va a ser el mensaje al que se enfrenta, de qué tipo y dónde puede encontrar lo que busca.
Cuidado con despistar
Nos ha ocurrido a todos: creemos que una foto es de publicidad cuando en realidad forma parte del reportaje; o tenemos que hacer esfuerzos por leer una tipografía que no se destaca sobre un fondo oscuro o abigarrado; o no sabemos dónde continúa el texto al acabar una columna… Estos son errores de maqueta, que se dan en papel y en Internet, en páginas web, en blogs, en revistas digitales…
Hay diseños muy estéticos que no comunican lo que se quiere transmitir. Y es una pena, porque lo que pretendemos es informar.
La maquetación tiene sus reglas
Sí, la maquetación tiene reglas, y los profesionales las conocen. Es verdad que todas las reglas tienen su excepción, pero en general siempre están basadas en la eficacia, por lo que deben ser respetadas. Podemos ser creativos, pero respetando el principio de claridad informativa. Hay que comunicar, no adornar. Y si además sabemos comunicar de forma estética, mejor que mejor.
Principios básicos
Las reglas deben respetarse tanto en la maquetación de libros o revistas, como para una web o un blog, en cualquier soporte.
1. Adaptar la maqueta a lo que queremos comunicar. El maquetador y el diseñador tienen que conocer el texto, saber cuál es el objetivo de su trabajo y también quién será el destinatario final.
2. Buscar la máxima armonía en todos los elementos para no distraer ni crispar al lector, que se sienta a gusto, que esté cómodo en la página y no desee escapar cuanto antes.
3. No abusar de las tipografías, dos o tres familias tipográficas por página o pantalla son suficientes, porque si utilizamos más, distraen y confunden.
4. Escribimos para que nos lean: utilicemos tipos legibles, claros.
5. Los colores transmiten emociones, no debemos elegirlos al azar. El color tiene que estar al servicio del concepto que queremos «vender».
6. En Internet también sirve el viejo lema de «primer plano, segundo plano». Un primero impactante y un segundo de contenido.
7. Aquí, al contrario de lo que ocurre con la economía, menos es más. En los diseños es preferible no abusar de los elementos de distracción.
8. No tengamos miedo a los espacios en blanco. Normalmente se agradecen.
9. Seamos originales. Está bien inspirarse en los mejores, pero no copiarlos.