Las razones por las que una empresa decide estar en redes sociales son tantas como empresas hay. Algunas apuestan por Facebook porque los demás están, otras ven en las redes sociales una vía de comunicación con sus clientes, o una forma de vender más, o una mejora en su imagen, o… vaya usted a saber.
Estar, pero estar al día
Es importante estar, pero igualmente importante es actualizar los sitios en los que estamos.
Si tenemos una página corporativa en Facebook, debemos aprovecharla para contar historias de nuestra empresa, subir fotos y vídeos, compartir enlaces de otras páginas, darnos a conocer, interactuar y responder a nuestros clientes día a día… Y ahí está el problema: muchas empresas no es que no cuelguen nada día a día, sino que ni siquiera lo hacen mes a mes.
Un informe de Recommend.ly, una asesoría para redes sociales, tras analizar un millón setecientas mil páginas de empresa en Facebook, ha llegado a la conclusión de que el 82 % son actualizadas menos de cinco veces al mes.
Los más activos son los famosos, cantantes y actores. Y luego están los políticos, pero en España, salvo excepciones, solo se trabajan las redes sociales en campaña electoral; luego las abandonan.
La dejadez es peor
A partir del momento en que uno decide entrar en redes sociales debe ocuparse de actualizar sus páginas con frecuencia. Porque lo contrario produce impresión de dejadez y abandono; es decir, consigue el efecto opuesto al que buscamos.
¿No hay tiempo? Ahí entramos nosotros. No es porque estemos delante, pero los buenos contenidos en la red, originales, bien escritos y de calidad, deben dejarse en manos de profesionales.